McCartney triunfa en la intimidad

El ex Beatle ofreció un concierto único e histórico en Londres

Laia Jardí/
EFE

09 de junio de 2007

LONDRES, Inglaterra.— Paul McCartney convirtió la sala Electric Ballroom de Londres en una reunión de amigos, donde unas mil personas, todas de pie, se dejaron contagiar por las melodías de su nuevo disco, Memory Almost Full, y revivieron la nostalgia de The Beatles en su concierto más íntimo de los últimos años.

Habituado a cantar ante miles de personas, McCartney sorprendió con un concierto mantenido en secreto en una pequeña sala del barrio de Camden que, anunciado el jueves mismo por la mañana, vio cómo sus entradas gratuitas volaron en tan sólo 13 minutos.

Sin la puntualidad que caracteriza a los británicos, la leyenda de The Beatles apareció pasadas las 8:30 p.m., hora local del jueves, en el escenario del pequeño club a los compases de Drive My Car, con un público emocionado que coreó cada una de las 20 canciones que, incluidos los bises, regaló en Londres.

Con camiseta a rayas y pantalones vaqueros, el ya sexagenario McCartney se mostró muy comunicativo, bromista y completamente entregado al íntimo formato en el que durante 90 minutos desmenuzó cada uno de los temas a ritmo de rock.

"Ha pasado un tiempo desde la última vez que hice un concierto como éste", dijo entre sonrisas el ex miembro de The Beatles, antes de una actuación que contó entre sus asistentes a famosos como el actor Pierce Brosnan, el guitarrista de Pink Floyd David Gilmour, y la modelo británica Kate Moss, que coreó las canciones junto a las hijas del músico, Stella y Mary.

A cuatro días de que, el próximo 11 de junio, se lance Memory Almost Full, el compositor de más éxito de la historia de la música moderna combinó la mandolina, el piano, la guitarra acústica y la eléctrica para ofrecer un recital con Only Mama Knows, Dance Tonight, C Moon, The Long and Winding Road, Follow The Sun y Calico Skies.

Canciones del nuevo álbum como That Was Me, Nod Your Head o House of Wax se combinaron con temas de The Beatles, de su época con los Wings y de su etapa en solitario.

McCartney pareció encantado de volver a un escenario de pequeño formato con el que poder intimar con la audiencia y presentar su evocador nuevo álbum que, según algunos fans, es un anagrama de For My Soulmate LLM, las iniciales de la fallecida primera esposa de Paul, Linda Louise McCartney.

Como cabía esperar, el mayor entusiasmo lo despertaron los grandes éxitos del grupo de Liverpool como Back in the USSR o la nostálgica Hey Jude, que el público siguió coreando hasta hacer volver a "Macca", como se le conoce cariñosamente, al escenario.

El momento más conmovedor de la noche fue cuando cantó Here Today, el tributo de McCartney a John Lennon.

"Esta canción fue escrita para John. Querría dedicarla a todos nuestros héroes caídos: John (Lennon), George (Harrison), Linda (McCartney) y a toda esa gente encantadora. Escuchémosla para ellos", dijo el músico entre aplausos de emoción.

Cuando parecía que Let It Be pondría punto final a un recital que también incluyó I Got a Feeling, Matchbox, Get Back y Blackbird, McCartney, a punto de cumplir los 65 años, volvió a hacer cantar al público con sus dos regalos finales: Lady Madonna y I Saw Her Standing There, un colofón con el que McCartney dejó claro que aún le queda tanta música por hacer como la que lleva dentro.

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